Hoy quiero aportar un texto para la reflexión. Se trata de una referencia que hizo el Papa Benedicto XVI en la homilía de la beatificación del Cardenal John Henry Newman, a un texto del propio cardenal beatificado. Decía textualmente:
«Quiero un laicado que no sea arrogante ni imprudente a la hora de hablar, ni alborotador, sino hombres que conozcan bien su religión, que profundicen en ella, que sepan bien dónde están, que sepan qué tienen y qué no tienen, que conozcan su credo a tal punto que puedan dar cuentas de él, que conozcan tan bien la historia que puedan defenderla»
La posición actual de los católicos en Inglaterra,
Card. John Henry Newman
Card. John Henry Newman
En este punto me planteo una reflexión sobre el papel que los laicos vamos a tener en un futuro no muy lejano, a la hora de dar testimonio de la propia fe. La tendencia que parece seguir el mundo actual es a arrinconar cada vez más la fe, empujándola al ámbito privado.
¿Podemos permanecer indiferentes ante ese empujón al silencio?
¿Estamos preparados y formados para dar testimonio de nuestra fe?
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