jueves, 16 de febrero de 2012

¡John Paul two! ¡we loves you!

Hoy quiero comenzar este hilo del blog recordando a una gran persona, tan importante para millones de hombres y mujeres de todo el mundo.

Porque yo también estuve a su lado, aunque nunca hablara con él, y porque mi vida cambió gracias a sus palabras. "Non abbiate paura" dijo el primer día de su pontificado, y ese mismo mensaje nos sirvió a los que lo hemos ido escuchando a lo largo de los años. Yo estuve allí, en Santiago, en Czestochowa, en Denver, en Loreto, en Galilea y tambien en Cuatro Vientos, la última vez que estuvo en nuestra tierra.

De mi experiencia con jóvenes me quedó una reflexión: Un joven siempre tendrá el oido abierto a la Verdad, y el Papa ya beato, siempre nos hablaba con la verdad. Y cada palabra que nos dirijió fue como una inyección de adrenalina en los jóvenes corazones que las escuchaban.

Pero no era un "superhombre", como algunos quieren pintarle. No. Era un hombre pequeño, con una fe profundísima. Y esa fe y su amor a la Santísima Virgen, fue lo que le llevó a multiplicar su actividad, lo que dió el fruto de sus esfuerzos.



Espero que os guste. Yo no he podido evitar emocionarme el verlo.
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